Nuestro Scotch Whisky LABEL 5 se elabora siguiendo la más pura tradición escocesa. Descubra nuestra historia y legado, nuestras destilerías de Escocia y nuestra manera de elaborar el whisky.
LABEL 5 se fundó en 1970, mientras Jean Cayard trabajaba codo con codo con el maestro del ensamblaje de la época para hallar el equilibrio perfecto de su Scotch Whisky. Una de las muestras, la número 5, destacaba entre las demás y ofrecía la combinación perfecta de suavidad y carácter. Un whisky perfectamente equilibrado, con suaves aromas afrutados y ligeras notas de turba.
Así fue como nuestro Scotch Whisky recibió la denominación «LABEL 5».
Todavía hoy la receta desarrollada en 1970 sigue deleitando los paladares de nuestros clientes, gracias a los conocimientos y a la experiencia de nuestro maestro del ensamblaje, Stephen Woodcock, y su equipo. Con mano experta, Stephen selecciona los whiskies de grano y malta más selectos para crear el icónico ensamblaje de LABEL 5.
Una experiencia que no se detiene ahí, sino que continúa analizando y estudiando los mejores ensamblajes posibles para los futuros productos de la gama.
Gracias a la experiencia escocesa que aportan Stephen y su equipo, y que se refleja cada día en nuestros whiskies, nuestro objetivo es seguir evolucionando con los tiempos para satisfacer las expectativas cambiantes de los amantes del whisky, ya sea a través de nuestra destilería y sus iniciativas medioambientales, nuestros valores de inclusividad y poder de grupo, o nuestro deseo de compartir un momento especial disfrutando de un vaso de whisky o un cóctel.
El resultado es una cuidada mezcla de experiencia y modernidad que hacen de LABEL 5 un Scotch Whisky reconocido en todo el mundo (se halla en el puesto n.º 10 del ranking mundial) y galardonado con diversos premios internacionales.
En 2004, creamos nuestra propia producción de grano con la First Blending Company de Bathgate, Escocia. La destilería es una de las siete más grandes del país y cuenta con un modelo totalmente integrado: el grano se destila en la destilería Starlaw, profundamente enraizada en el sector, y posteriormente se envejece en nuestras bodegas, se somete al ensamblaje y se embotella. Con una superficie de 75 hectáreas, las instalaciones tienen una capacidad de almacenamiento para 800 000 barricas, exclusivamente de bourbon. Continuamos utilizando métodos tradicionales de elaboración del whisky, al tiempo que introducimos nuevos métodos y tecnologías. Invertimos en su mantenimiento y expansión para responder a las expectativas de nuestros consumidores y minimizar nuestro impacto en el medioambiente.
Prestamos especial atención al respeto del medioambiente y hemos emprendido una serie de medidas para reducir nuestro impacto en el planeta.
Nuestra destilería de malta Glen Moray está situada en Elgin, en el corazón de la región escocesa de Speyside. Desde su fundación en 1897, la destilería ha utilizado técnicas tradicionales, transmitidas de generación en generación. Motivada por la pasión y en constante búsqueda por la excelencia, la destilería produce malta de primera calidad que constituye «la columna vertebral de Speyside» de LABEL 5.
El término «whisky» procede del gaélico «Uisge Beatha» o «Usquebaugh», que significa «agua de vida». El Scotch Whisky es una bebida originaria de Escocia que se elabora a partir de tres materias primas: agua, grano y levadura. Para ser denominado Scotch Whisky, debe envejecer durante al menos tres años en barricas de roble y tener una graduación alcohólica mínima del 40 %/ Existen varios tipos de Scotch Whisky, dependiendo de cómo se producen y de la región escocesa de la que son originarios.
Tras una cuidada selección de la cebada, da comienzo el proceso de elaboración de nuestro whisky. Los granos de cebada permanecen a remojo en agua durante un día para engañar a la semilla y que esta piense que ha llegado el momento de germinar. Seguidamente, la cebada se deja reposar y germinar durante 4 a 5 días. Tras ello, la «malta verde», nombre que recibe en esta fase, se seca en un horno especial. El uso de turba en esta fase puede contribuir a darle un carácter ahumado al producto final.
A continuación, la malta se tritura en un molino para obtener la molienda o «grist». Esta molienda se mezcla con agua en una cuba de maceración para extraer un líquido azucarado denominado «mosto dulce». En el caso del cereal no malteado en una destilería de grano, el trigo o el maíz se cuece a presión con vapor para preparar el almidón para su conversión en azúcar.
El «mosto dulce» se mezcla con levadura en un depósito de fermentación. Durante esta etapa, la levadura convertirá el azúcar en alcohol. Tras un periodo de fermentación aproximado de 3 días, se obtiene un líquido alcohólico similar a la cerveza, denominado «wash», con un volumen de alcohol aproximado del 8 % al 10 %.
Este líquido alcohólico o «wash» se calienta para separar el alcohol del agua (porque el alcohol tiene un punto de ebullición más bajo que el del agua).
En una destilería de malta, el «wash» se destila dos veces en alambiques. En una destilería de grano, el «wash» se destila de forma continua en un alambique de columna.
Al finalizar la destilación, se obtiene un líquido transparente, con un volumen de alcohol de aproximadamente el 70 %, denominado licor.
Posteriormente, el licor se conserva en barricas de roble para un periodo de envejecimiento mínimo de 3 años. Durante esta fase esencial, el whisky adoptará su característico color e interaccionará con la madera para desarrollar nuevos aromas y sabores. El whisky puede envejecer en diferentes barricas (Bourbon, Jerez, Oporto, Madeira…) para darle nuevos matices. La contribución final del periodo de crianza es un efecto suavizante que se produce cuando los «ángeles» se quedan con su parte del alcohol.
Una vez finalizado el envejecido, el whisky Blended se ensambla. El maestro del ensamblaje combina con esmero whiskies de malta única y de grano único en edades y proporciones variables procedentes de destilerías diferentes para crear un whisky con un equilibrio sutil. A continuación, añade agua para reducir la proporción de alcohol hasta el nivel deseado (nunca por debajo del 40 %). El proceso de ensamblaje requiere un buen grado de experiencia y maestría.L’assemblage exige une grande expertise et un grand savoir-faire.
Por último, se procede al embotellado, que marca el final definitivo del proceso de envejecido. A diferencia del vino, el whisky ya no envejece una vez embotellado.
